Países aprueban la Agenda Regional de Acción por el Agua de América Latina y el Caribe

La Agenda Regional de Acción por el Agua alinea y refuerza diversos tratados, acuerdos y estrategias en torno a la gestión hídrica y constituye un llamado a la acción para movilizar todos los recursos políticos, técnicos y financieros disponibles en y para la región de América Latina y el Caribe.

Representantes de los países de América Latina y el Caribe aprobaron en febrero pasado la Agenda Regional de Acción por el Agua que rescata las áreas de priorización y esfuerzos necesarios para acelerar el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos) y que permitió a la región llegar con una sola voz a la Conferencia del Agua de las Naciones Unidas 2023, que tuvo lugar en marzo en Nueva York.

La Agenda Regional es el resultado principal de la tercera edición de los Diálogos Regionales del Agua 2023, que fue organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) junto con 10 organismos multilaterales, instituciones especializadas en agua y el Gobierno de los Países Bajos, y que se celebró en su sede principal en Santiago de Chile.

La Agenda Regional de Acción por el Agua alinea y refuerza diversos tratados, acuerdos y estrategias en torno a la gestión hídrica y constituye un llamado a la acción para movilizar todos los recursos políticos, técnicos y financieros disponibles en y para la región de América Latina y el Caribe.

La Agenda subraya que la región requiere avanzar hacia una transición hídrica sostenible e inclusiva que se basa en cuatro pilares de acción: i) garantizar el derecho humano al agua potable y saneamiento gestionado de manera segura a través de un gran impulso a la inversión en el sector, sin dejar a nadie atrás; ii) promover cambios regulatorios y normativos para fomentar el acceso equitativo y asequible, y así erradicar la pobreza hídrica, con instrumentos innovadores incluyendo tarifas sociales; iii) revertir las crecientes externalidades negativas asociadas a contaminación, sobreexplotación y conflictos socioambientales promoviendo la fiscalización y regulación; y iv) pasar de un manejo lineal a uno circular para reducir la presión sobre el recurso hídrico, instaurando una tendencia al desacople entre la extracción y el producto interno bruto (PIB).

En la reunión participaron más de 20 países de la región y 80 panelistas del más alto nivel provenientes del sector público y privado, de organismos internacionales y de las Naciones Unidas, del mundo académico, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil. En total, asistieron 200 participantes de forma presencial y más de 2000 de manera virtual.

 

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